martes, 15 de abril de 2014

ELECTRA PHOENIX X-185

Nos ocupa hoy una guitarra no muy vista, una antecesora, toda una señora de 30 añazos.

La guitarra en cuestión es una Electra Phoenix X-185. Fabricada en Japón, a mediados de los años 80 y bajo demanda de la compañía norteamericana Sant Louis Music, salieron a la venta con la marca Electra.
Estas guitarras se vendieron tras la famosa serie MPC de módulos de sonido intercambiables.
El diseño parte del tradicional cuerpo de SG, pero con el cuerno superior alargado. Las SG tradicionales son una tabla de madera de un grosor manejable, en aras de la comodidad pero perdiendo un poco de la nasalidad del diseño Les Paul. Pues bien, nuestra X-185 mantiene el grosor de la Les Paul pero con el contorno de la SG, problema soluccionado.
La configuración de las pastillas es HSH, switch de 3 posiciones y un potenciómetro de volumen y dos de tono. Estos potenciómetros son del tipo push-pull, poniendo en posición single las humbucker el de volumen y cambiando la fase y engordando la señal los de tono. La guitarra está construida completamente de arce, mástil atornillado y trémolo tipo strato.
Tras su lanzamiento, la Sant Louis Music vendió la patente a la factoría de Matsumoku, fabricándose entonces bajo la marca Westone, modelo Spectrum. Pero esa es otra historia.

lunes, 27 de enero de 2014

SAKAI COMPETITION MUSTANG

Esta copia de Mustang fabricada en China en los años 70 (fíjense en el traste cero) no monta las pastillas originales, pero si que lleva un puente con vibrato de un funcionamiento perfecto, doy fé.
La única variación, aparte del pedazo de clavijero, es que la eléctronica pierde las dos posiciones de fase invertida.
Está fabricada en la misma fabrica que las Teisco y las Kawai.

COPIA RICKENBACKER 325

De compañía desconocida y factura presumiblemente china, esta especie de 325 thinline monta tres pastillas Wilkinson con la misma configuración que la original. El cuerpo y mástil son especialmente gruesos, pero al ser de escala corta no se hace excesivamente incómoda. Gran resonancia y, por que no decirlo, una pinta estupenda.