Teníamos entendido que las Kramer eran guitarrones de los buenos, de esos que pesaban dos toneladas y que tenían un sustain de medio minuto para cada nota. Esta Kramer Assault 211 FR, con presunto cuerpo y mástil de caoba (lo sentimos, pero el ébano ya está muy complicado de conseguir), puente Floyd Rose, veinticuatro trastes y en configuración HSS, parece que está nuevecita y el precio es muy apetecible. Indicada para segunda guitarra con cuerpo. A la venta en Madrid, aquí el link:
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